Déjame verte con el corazón,
descubrirte en mis ojos como me descubro cada amanecer, que la Luna, mi Luna ya
no tenga otra razón más que tu.
Permíteme saltar, dirige los
brincos llenos de ímpetu, aquí en mi epidermis edifica tu nombre.
Todas estas inquietudes las
dejaré ahí donde habitan las cosas que no tiene mucho sentido, lléname de
virtudes, todas la virtudes que me hacen de tí.
Que se vaya la ambivalencia, que
se alejen los fantasmas, y que en mis silencios no existan vacios; mis palabras
hoy están contigo, mi fuerza, mi Ser quieren estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario