miércoles, 21 de marzo de 2012

En el cajón de las hojas blancas...

Se destrozan las voces en el grito aquél que se detiene con el brillante color blanco de la hoja que se erige sobre sus ojos.
Todos ellos tienen harapos en la piel, sin que ello impida la excitación de su epidermis ante una suave caricia.
Se deshojan las margaritas, en cada pétalo una imagen, no hay hojas secas cayendo, ya no hay vientos que soplan para moverlas lejos de ella; la tierra del Mar le destruye la ceguera, le destroza la sordera.
El tronco grueso del roble, sus grietas, sus inmensas raíces, sus hojas verdes, todo él; todo... recuerdan los pasos de ese personaje que siempre será un manto de paz para su descanso; frente al maguey mientras ella peina su largo cabello negro, las nubes bailan cual bailarín de escena.
Aquí está la llamada de mis poros grita ella desnuda; aquí está el ritmo de sus lunares, de su falta de pudor, de todos sus arrebatos...
Respira, camina, suspira, canta, corre, se persigna... siempre en cada comienzo, siempre en cada final.
Ella aprendió en esta ciudad que hay promesas que se olvidan, y, palabras que nunca se olvidan, pero que son frágiles como las alas de las mariposas. Que hay danzantes fantasmas que se hacen invisibles antes tercas motivaciones.
No hay traiciones más fuertes que las que les haces a tu corazón grita en el estallido de su risa, toma su guitarra y se va ...

sábado, 10 de marzo de 2012

Siempre

«Donde hay discordia, podemos traer armonía. Donde hay un error, podemos traer verdad. Donde hay duda, podemos traer fe. Y donde hay desesperación, podemos traer esperanza.»

San Francisco de Asís