viernes, 6 de julio de 2012

En la tarde de una oficina solitaria


Con pedazos de risa se firman los acuerdos;
un día cualquiera puedes, esconderte del amor, de la risa, de la tristeza,
un día cualquiera, en tus adentros, puedes imaginar, de entre muchos otros males:
morirte famélica, herida, morirte enfurecida, anacoreta, morirte de celos, morirte de miedo, y esperar; pero ten cuidado, porque de pronto, de golpe, puedes;
morirte de nada, y en la nada los vacios son eternos.
Un día cualquiera puedes con pedazos de intenciones, quedarte ...

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